Hace unas semanas publicábamos “La importancia de la anticipación para la prevención de la crisis económica”, relacionada con los posibles cierres de empresas por ERES y la necesidad de anticiparse, desarrollando mecanismos que faciliten que las personas trabajadoras puedan hacerse cargo de las unidades productivas, mediante fórmulas de emprendimiento colectivo (Cooperativas de trabajo Asociado y Sociedades Laborales).
El contexto socio-económico, en el que nos encontramos donde cada día son más los concursos de acreedores y por consiguiente más personas inscritas en el desempleo. Hay que destacar como aspecto muy positivo, que muchas personas trabajadoras opten por seguir con el trabajo que llevan realizando desde hace muchos años, haciéndose cargo de la empresa por medio del emprendimiento colectivo.
Pero, sin embargo, la normativa reguladora y los criterios de actuación de la Seguridad Social, provoca una inseguridad difícilmente sostenible para muchos proyectos empresariales que surgen como consecuencia de procesos de restructuración y que sobre los mismos está la sombra de la posible derivación de la deuda de la Seguridad Social de la empresa anterior por entenderse que son sucesores de la misma.